Sidney es ante todo una cama extremadamente ligera, es como si flotara en el aire, como si estuviera suspendida en el mismo. Se apoya en sus finas patas metálicas, y visualmente parece encastada en las mismas. La hendidura confeccionada en el cabezal parte la altura del mismo en dos, confiriéndole a la cama un sello de actualidad. La cama se presenta en todo tipo de medidas para adaptarse cualquier colchón.