Erin se concibe como una cama de líneas puras y rectas, sin ningún tipo de sofisticación o de elementos superfluos. Únicamente presenta el detalle de cosido vertical en el centro del cabezal que le da fuerza y riqueza a su identidad. La delgadez del cabezal así como del aro de la misma permite adaptarla a los espacios más reducidos donde ciertas dimensiones son limitadas. La colección consta de dos versiones, una totalmente tapizada en el mismo material y otra que permite coordinar cualquier tejido con cualquier color de imitación piel en la faja exterior. Sus elegantes patas la le confieren un marcado carácter liviano que no hace más que reforzar su pulido carácter. Así mismo, Erin presenta un cabezal de altura superior a un metro, ello permite incluso la colocación de colchones de espesor superior a treinta centímetros